Surgieron nuevos detalles en relación a cómo la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), el mayor grupo de psicólogos del mundo, colaboró con la tortura sancionada durante el gobierno del presidente George W. Bush. Un grupo de psicólogos disidentes acaba de publicar un informe de 60 páginas, en el que sostienen que la APA acordó en secreto con funcionarios de la CIA, la Casa Blanca y el Pentágono, introducir cambios en la política de ética de la APA para alinearla con las necesidades operativas del programa de tortura de la CIA. Gran parte del informe “All the President’s Psychologists: The American Psychological Association’s Secret Complicity with the White House and US Intelligence Community in Support of the CIA’s 'Enhanced' Interrogation Program” (Todos los psicólogos del presidente: la complicidad de la Asociación Estadounidense de Psicólogos con la Casa Blanca y los servicios de inteligencia, en apoyo al Programa Mejorado de Interrogatorios de la CIA) se basa en cientos de mensajes internos de correo electrónico de la APA recientemente publicados. Los mensajes son de 2003 a 2006 y muestran que las autoridades de la organización estaban en comunicación directa con la CIA. El informe también revela que la investigadora de la ciencias del comportamiento Susan Brandon trabajaba para el presidente Bush y elaboró en secreto un texto borrador que la APA insertó en la sección destinada a los interrogatorios en su política de ética. Nos acompañan dos de los autores del informe: el Dr. Steven Reisner, miembro fundador de la Coalición para una psicología ética y miembro del Consejo de representantes de APA, y Nathaniel Raymond, director de Signal Program on Human Security and Technology en Harvard Humanitarian Initiative.