En Turquía, la policía arrestó a al menos 13 personas, tras el asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrey Karlov, perpetrado el lunes en Ankara por un oficial de policía turco que no estaba en funciones. Las personas arrestadas incluyen a la madre, el padre, la hermana y otros familiares del autor del ataque. El propietario de un apartamento donde el atacante vivió por un período de tiempo también fue arrestado. El martes, las autoridades turcas culparon del asesinato a los seguidores del clérigo turco exiliado Fethullah Gulen, que vive en las montañas Pocono, en Estados Unidos. Gulen dijo que las acusaciones eran “ridículas”. El portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos John Kirby habló el martes sobre la reunión que mantuvo el secretario de Estado, John Kerry, con el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía.
John Kirby: “El secretario, en su conversación con el ministro de Relaciones Exteriores [de Turquía], planteó sus preocupaciones con respecto a algunas declaraciones provenientes de Turquía con respecto a la participación o apoyo, tácito o no, de Estados Unidos en este terrible asesinato perpetrado ayer, debido a la presencia del Sr. Gulen en nuestro país. Es una afirmación absurda, completamente falsa. No tiene ningún fundamento, y el secretario lo dejó bien en claro en la conversación que mantuvo hoy con el ministro de Relaciones Exteriores”.