El papa Francisco arremetió contra los cárteles de droga y la élite corrupta de México durante una visita a una de las ciudades más afectadas por la guerra contra las drogas, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos. Al norte de Ciudad de México, Ecatepec tiene una de las tasas de homicidio más altas del país, y se conoce particularmente por los asesinatos sin resolver de decenas de mujeres. Montserrat Correa, una estudiante de la ciudad, estaba entre los asistentes a la misa de Francisco.
Correa expresó: “Tanto problema de delincuencia, tantos asesinatos, tanta inseguridad que vivimos a diario; como mujeres es muy difícil salir al país, al estado, a cualquier lugar, con el miedo de que nos pueda pasar algo, de que no sabemos si vamos a regresar a nuestras casas, y nuestra familia vive con la preocupación de que te pueda pasar algo y ya no regreses a tu casa”.
Antes de dirigirse a México, Francisco pasó por La Habana, Cuba, donde tuvo un histórico encuentro con el patriarca ortodoxo ruso Kiril. Fue el primer encuentro entre un papa y un líder de la Iglesia rusa desde que las dos ramas del cristianismo se dividieron en el siglo XI.
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