En Washington D.C., el gobierno del presidente Donald Trump dijo el martes que iba a ponerle fin al Plan de Energía Limpia, la histórica normativa del ex presidente Barack Obama sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas. Scott Pruitt, director de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA, por su sigla en inglés), hizo el anuncio junto con el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, durante una visita a una empresa de minería de carbón y construcción en Hazard, Kentucky.
Scott Pruitt enunció: “El poder de regular no debería ser utilizado por ningún organismo regulador para elegir ganadores y perdedores. El gobierno anterior no tenía complejos. Utilizó cada gramo de poder, cada gramo de autoridad, para usar a la Agencia de Protección Ambiental para escoger a los ganadores y perdedores de cómo generamos electricidad en este país”.
Una de las formas en que el Plan de Energía Limpia de Obama hubiera reducido las emisiones de gases de efecto invernadero era mediante el desmantelamiento de centrales eléctricas de carbón. El plan habría ayudado a Estados Unidos a cumplir parcialmente sus obligaciones bajo el acuerdo climático de París, aunque los críticos afirman que no era suficiente. La cancelación del Plan de Energía Limpia provocó la condena de los ecologistas, entre ellos el escritor y activista Bill McKibben, quien tuiteó: “Ni las inundaciones, ni los huracanes, ni los incendios forestales pueden sacar a estos hombres de su tarea de desmantelar las protecciones ambientales”.