En Brasil, el presidente Michel Temer evitó a duras penas ser juzgado por corrupción. Temer y sus asociados han sido acusados de apropiarse casi 200 millones de dólares en sobornos y de encubrir sus delitos. El miércoles, la cámara baja del Congreso de Brasil votó por no juzgar al presidente, a pesar de que una grabación realizada en secreto lo capturó cuando aprobaba pagos de sobornos para un poderoso político que se encuentra encarcelado por cargos de corrupción. Temer ha impulsado políticas derechistas y neoliberales que no son para nada populares, y actualmente tiene un porcentaje aproximado de aprobación de la población del 3%.
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