En una rara medida, la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos (NRA, por su sigla en inglés) afirma que apoyará la regulación de los accesorios para armas de fuego conocidos como “bump stocks”, que permiten que los rifles semiautomáticos funcionen como ametralladoras, disparando cientos de municiones por minuto. Esto se produce tras la masacre del domingo por la noche en Las Vegas. Stephen Paddock, un hombre blanco de 64 años de edad, mató a 59 personas –esa cifra incluye su muerte, ya que posteriormente se suicidó– y dejó a casi 500 personas heridas. Las autoridades han declarado que Paddock tenía al menos doce “bump stocks”. La Asociación Nacional del Rifle, sin embargo, no quiere que la regulación pase por el Congreso y prefiere que sea impuesta por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. Los legisladores republicanos y demócratas también están ejerciendo presión por la regulación de los “bump stocks”. Esta es la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
Sarah Huckabee Sanders declaró: “Miembros de los dos partidos y varias organizaciones planean analizar los ‘bump stocks’ y dispositivos relacionados. Nos parece muy bien y nos gustaría ser parte del diálogo, y nos gustaría ver una comprensión clara de los hechos”.
Muchos sostienen que la regulación de los “bump stocks” no es suficiente para prevenir futuras masacres. A modo de ejemplo, esta reglamentación no abordaría el tema de cómo Paddock pudo almacenar decenas de armas de fuego, incluida la compra de 33 armas solamente durante el año pasado, en los estados de Nevada, Utah, California y Texas.
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