El papa Francisco visitará hoy Birmania, en medio de una campaña de limpieza étnica contra los musulmanes rohinyás llevada a cabo por las fuerzas armadas de ese país, que es mayoritariamente budista. Más de 600.000 rohinyás han huido de Birmania al vecino Bangladesh en medio de una campaña militar de asesinatos, violaciones, torturas y desplazamientos forzosos. Se prevé que el papa Francisco se reúna hoy con el líder del Ejército birmano, Min Aung Hlaing, quien detenta la autoridad exclusiva sobre las fuerzas armadas birmanas y probablemente se postule para la presidencia en las elecciones que se celebrarán en 2020. El martes el papa Francisco se reunirá con la líder de facto, Aung San Suu Kyi, ganadora del Premio Nobel de la Paz, cuyo silencio relativo ante esta campaña de limpieza étnica ha debilitado profundamente su reputación internacional. Esto sucede solo unos días después de que Bangladesh y Birmania firmaran un acuerdo para repatriar a cientos de miles de refugiados rohinyás a Birmania. Este es Abdul Mannan, un refugiado rohinyá, hablando desde un campo de refugiados de Bangladesh.
Abdul Mannan afirmó: “Debemos regresar a nuestro país, pero tenemos una condición. Nosotros, los rohinyás, queremos que allí se reconozca nuestra nacionalidad. Si el gobierno no nos reconoce, no regresaremos”.