En Ginebra, fracasaron las conversaciones respaldadas por la Organización de las Naciones Unidas para ponerle fin a la actual guerra en Siria. El enviado especial de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, le atribuyó gran parte de la culpa al gobierno sirio, que se rehusó a hablar sobre cambios institucionales o la posibilidad de celebrar elecciones presidenciales. Se trata de la octava ronda de conversaciones por la paz respaldadas por Naciones Unidos sobre el conflicto sirio. A raíz del fracaso de las últimas, el negociador jefe de la oposición siria, Nasr al-Hariri, apeló a la comunidad internacional.
Nasr al-Hariri dijo: “La comunidad internacional debe adoptar un nuevo enfoque; de otra forma, seguiremos estando en un punto muerto y, desafortunadamente, será a expensas de los sirios, dentro y fuera del país”.