En Pakistán, tuvo lugar un atentado suicida en un baile de celebración en un santuario musulmán sufí el jueves. La explosión dejó al menos 77 muertos y cientos de fieles heridos, en una zona remota de la provincia sureña de Sindh. Los sobrevivientes del ataque describieron una escena horrible.
Mohammad Ashfaq expresó: “Apenas entré al santuario oí un sonido terrible. El primer pensamiento que me vino a la mente fue que no podía ser la explosión de una bomba, pero el siguiente pensamiento que vino a mi mente fue que estábamos muertos. Fue como el día del juicio final”.
Un sector del autoproclamado Estado Islámico (ISIS) se atribuyó la responsabilidad del ataque, el más letal en Pakistán en los últimos años.
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