El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, procura proteger a una alta funcionaria de inteligencia de testificar sobre su papel en la tortura de prisioneros en un centro de detención clandestino de la CIA. En un archivo judicial, el Departamento de Justicia afirma que hará valer un privilegio de secretos de Estado para proteger a la directora adjunta de la CIA, Gina Haspel, de ser llamada a declarar en un juicio civil contra los psicólogos James Mitchell y Bruce Jessen. Estos psicólogos enfrentan una demanda en su contra por supervisar la tortura de cuatro hombres, uno de los cuales murió cuando estaba bajo custodia de la CIA. Haspel presuntamente estaba presente en un centro clandestino de la CIA en Tailandia, en 2002, cuando los interrogadores llevaron a cabo el programa de ahogamiento simulado, golpizas, privación del sueño, hambre y otras formas de tortura del programa de Mitchell y Jessen. Este mes, el exdirector de la CIA confirmó que en 2005 Haspel supervisó personalmente la destrucción de cintas de video que mostraban torturas realizadas en el centro clandestino.
La Casa Blanca intenta proteger a alta funcionaria de la CIA para evitar que testifique por cargos de tortura
Titular23 Feb. 2017