Mientras tanto, el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos informó que, el invierno pasado, el hielo marino del océano Ártico descendió al nivel más bajo jamás registrado, en otra señal de que el calentamiento global impulsado por la humanidad está cambiando irrevocablemente el planeta. El récord mínimo de hielo aparece tras una serie de temperaturas elevadas récord en el Ártico durante el invierno, con mediciones en el Polo Norte que varias veces llegaron a alrededor de 27 grados Celsuis por encima de lo normal.
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