El miércoles, en Irak, un atentado suicida con bomba en un camión estalló en un puesto policial al sur de Bagdad; murieron 17 personas y otras 40 resultaron heridas. Por otra parte, la lucha se intensificó en el oeste de Mosul, donde los civiles permanecen atrapados en medio de la lucha entre las fuerzas iraquíes respaldadas por Estados Unidos y el autoproclamado Estado Islámico (ISIS). El miércoles, el jefe del Comando Central de Estados Unidos admitió en un comité de la Cámara de Representantes que Estados Unidos probablemente haya desempeñado un papel en la muerte de unos 200 civiles tras un ataque aéreo en Mosul del 17 de marzo. En la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes por la noche que la batalla para retomar Mosul iba bien.
El presidente Donald Trump expresó: “Nos está yendo muy bien en Irak. Nuestros soldados están luchando como nunca, y los resultados son muy, muy buenos”.
Mientras tanto, la organización Amnistía Internacional mantiene sus críticas al Ejército iraquí, que recibe el respaldo de Estados Unidos, por haberles indicado a los civiles que permanecieran en Mosul durante la ofensiva, que ya lleva meses de duración, en lugar de huir. Visite democracynow.org/es para ver más información de la crisis en Irak.