Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó una revisión del patrimonio histórico nacional, la cual podría posibilitar que millones de hectáreas de tierras públicas sean objeto de perforación, minería y explotación forestal. Trump declaró el miércoles que su orden ejecutiva estaba dirigida a revertir el uso que el expresidente Barack Obama hizo de la Ley de Antigüedades de 1906 para proteger los terrenos federales del desarrollo.
El presidente Donald Trump expresó: “La Ley de Antigüedades no le da poder ilimitado al gobierno federal para bloquear millones de hectáreas de tierra y agua, y es hora de que terminemos con esta práctica abusiva”.
Los conservacionistas criticaron la acción sin precedentes del gobierno de Trump para reducir el patrimonio histórico nacional y prometieron tomar medidas legales. Randi Spivak, del Centro para la Diversidad Biológica, declaró: “Su objetivo es entregar nuestras tierras públicas a las corporaciones para realizar actividades de minería, fractura hidráulica y tala de bosques hasta que no quede nada por excavar”.