El Pentágono comenzó a investigar al ex consejero de seguridad nacional Michael Flynn, luego de que este no hiciera caso a una advertencia de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de no cobrar pagos provenientes de gobiernos extranjeros. A pesar de la advertencia, Flynn aceptó decenas de miles de dólares en honorarios de fuentes rusas, inclusive de RT, el canal de televisión financiado por el Kremlin. La empresa de Flynn también cobró más de medio millón de dólares por realizar trabajos de cabildeo que podrían haber beneficiado al gobierno de Turquía. En Washington, el representante Elijah Cummings, de Maryland, el demócrata de mayor rango en el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, afirmó que Flynn aparentemente habría violado la ley al aceptar los pagos.
El representante Elijah Cummings sostuvo: “No tenemos ningún indicio, nada, de que obtuviera permiso del secretario del Ejército y el secretario de Estado para aceptar pagos de gobiernos extranjeros, tal como lo exige la ley”.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, quiso desviar la culpa por el escándalo cada vez mayor que involucra a Michael Flynn, y afirmó que el gobierno de Obama le había dado una autorización de seguridad a Flynn en 2016. El representante Cummings reaccionó ante esto y acusó a Spicer y la Casa Blanca de encubrir a Flynn.