El viernes, en Washington, surgió nueva información sobre el escándalo por el despido por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, del ex director del FBI James Comey. Por ejemplo, trascendió que el presidente Trump se refirió a Comey como un “verdadero demente” durante la reunión que mantuvo a comienzos de este mes con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y el embajador ruso, Sergey Kislyak. Trump también les habría comentado a los funcionarios rusos: “Estuve bajo mucha presión a causa de Rusia. Pero ya se solucionó”, en referencia al despido de Comey.
Comey tiene previsto brindar testimonio ante el Comité de Inteligencia del Senado luego del fin de semana del Día de los Caídos, que coincide con el regreso de Trump tras su viaje al extranjero por Arabia Saudí, Israel y el Vaticano.
Trump había afirmado que designaría a un nuevo director del FBI antes de partir el viernes pasado, pero la designación se pospuso, en parte, porque los posibles candidatos continúan retirando sus nombres. Entre las personas que retiraron sus nombres se encuentran el ex funcionario del FBI Richard McFeely, el congresista de Carolina del Sur Trey Gowdy y la ex vicefiscal general Alice Fisher. Los demócratas se oponen al posible nombramiento del ex senador demócrata Joe Lieberman como director del FBI. Lieberman trabaja actualmente en un estudio jurídico que representaba frecuentemente a Trump.
Mientras tanto, el periódico The Washington Post informa que un funcionario actual de la Casa Blanca está siendo investigado por haber conspirado posiblemente con funcionarios rusos para supuestamente hackear las elecciones presidenciales de 2016. Dicho funcionario aún no fue identificado públicamente. Varios ex funcionarios de la campaña de Trump, entre ellos el consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, y el presidente de la campaña de Trump, Paul Manafort, también están siendo investigados.
Inicio