El presidente Donald Trump regresó a Estados Unidos después de su primera visita al extranjero desde que asumió la presidencia. Durante el viaje, Trump afrontó la condena de los aliados de Estados Unidos por no comprometer a Estados Unidos a cumplir las promesas asumidas en el histórico Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, aprobado en 2015. La canciller de Alemania, Angela Merkel, habló el domingo, tras las controvertidas reuniones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Bruselas y la cumbre del G7 en Italia.
Angela Merkel declaró: “En la cumbre del G7 de este fin de semana quedó claro que el camino será largo y pedregoso, ya que no se alcanzó ningún acuerdo con Estados Unidos. Es por eso que debo decir que las consultas fueron muy insatisfactorias. Alemania es, sin duda, un aliado cercano de Estados Unidos. Somos y seguiremos siendo firmes defensores de la alianza transatlántica, pero también sabemos que los europeos debemos decidir sobre nuestro propio destino”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania fue más severo, afirmando al respecto de Trump: “Una persona que acelera el cambio climático al debilitar la protección del medio ambiente, que vende más armas en zonas de conflicto y no quiere solucionar políticamente conflictos religiosos está haciendo peligrar la paz en Europa”. Mientras tanto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó que intentó dar un significado más profundo a su largo y fuerte apretón de manos con Trump en Bruselas, al sostener que no fue “inocente” y que “debemos demostrar que no haremos pequeñas concesiones, ni siquiera simbólicas”. El presidente Trump ha dicho que adoptará una decisión definitiva esta semana con respecto a si Estados Unidos se retirará del Acuerdo de París de 2015.
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