Por otra parte, en Minneapolis, cientos de personas asistieron a una vigilia y manifestación el domingo para exigir justicia por Justine Damond, quien fue asesinada por un oficial de policía el sábado, después de que llamara al servicio de emergencia 911 para denunciar lo que consideró que era una agresión sexual cerca de su casa. Damond, una mujer australiana blanca, planeaba casarse con su prometido el mes próximo. Según informes, ella se encontraba vestida con un pijama en un callejón frente a su apartamento, cuando el oficial Mohamed Noor le disparó al acercarse al coche patrulla. Las cámaras corporales del agente Noor y de su compañero no estaban encendidas en ese momento.
John Ruszczyk, el padre de Justine Damond, declaró: “Pensamos que ayer había sido nuestra peor pesadilla, pero nos despertamos ante la triste realidad y nos dolió aún más. Justine, nuestra hija, era tan especial para nosotros y tantos otros. Esta mañana fuimos a la playa y vimos que la oscuridad se había vuelto luz. Justine era un faro para todos nosotros. Solo pedimos que la luz de la justicia brille sobre las circunstancias de su muerte. Gracias”.
Noor fue el primer oficial somalíestadounidense en su comisaría y ha emitido una disculpa dirigida a la familia.