En Camerún, Amnistía Internacional afirma que los soldados de élite del gobierno que combaten a los milicianos de Boko Haram han torturado prisioneros durante años en bases secretas; entre ellas, una que es usada por soldados estadounidenses y franceses, ubicada cerca de la frontera entre Camerún y Nigeria. El director regional de Amnistía Internacional, Stephen Cockburn, citó más de cien casos en los que exprisioneros describieron haber sido retenidos en posturas extremadamente estresantes, atados durante días al aire libre, golpeados, ahogados, electrocutados, y que les arrancaron las uñas. Cockburn señala que gran parte de la tortura se desarrolló en una base en Salak, Camerún, donde con frecuencia hay tropas de Estados Unidos y Francia presentes.
Stephen Cockburn expresó: “No estamos diciendo que haya estado directamente involucrado en la tortura, pero estamos planteando serias preguntas sobre lo que sabía este personal militar. ¿Sabía que había tortura? ¿Sabía que las personas estaban siendo detenidas ilegalmente? Y, en caso afirmativo, ¿qué se hizo al respecto? ¿Fue denunciado a sus superiores o se tomaron medidas para evitarlo? Estas son preguntas realmente importantes. Estos crímenes de guerra están ocurriendo ante la mirada del personal militar internacional en la base, y esto debe ser investigado”.
Entre los presuntos torturados habría mujeres y niños. Amnistía Internacional dijo que murieron decenas de personas a causa del abuso. Cuando era candidato presidencial, Donald Trump frecuentemente expresó que está de acuerdo con la tortura y prometió poner nuevamente en práctica el ahogamiento simulado y “cosas mucho peores”.