En Nueva York, un fiscal del distrito del Bronx desestimó el miércoles los cargos contra Pedro Hernández, un adolescente de 18 años, que estuvo en la tristemente célebre prisión de Rikers Island durante más de un año mientras esperaba a que finalizara el juicio por un delito que afirma no haber cometido. La dura situación de Hernández fue comparada con el caso de Kalief Browder, otro adolescente del Bronx, que se suicidó a los 22 años luego de haber pasado casi tres años en Rikers sin acceso a juicio por un delito que no había cometido.
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