El Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, considera la posibilidad de imponer nuevas restricciones a la libertad de expresión en los alrededores de la Casa Blanca. Bajo la nueva normativa propuesta, los manifestantes se verían obligados a pagar por protestar. Una propuesta presentada por el secretario del Interior, Ryan Zinke, implicaría que el Servicio de Parques Nacionales cierre el 80% de las aceras que rodean la mansión presidencial, incluyendo toda la acera norte de la Casa Blanca, y requeriría que los organizadores de protestas cubran los costos de los servicios policiales y asistenciales. Hoy, 15 de octubre, es el último día para comentar públicamente sobre la propuesta.
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