Un nuevo informe realizado por el inspector general del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos reveló que el Gobierno de Trump estaba pésimamente preparado para aplicar la política migratoria de Trump de “tolerancia cero”, provocando que los menores migrantes permanecieran en centros de detención durante un tiempo mucho mayor al que permite la ley. La investigación también halló que los agentes fronterizos brindaban información inconsistente a los padres inmigrantes que llegaban a Estados Unidos, y que a menudo no les explicaban que estaban a punto de ser separados de sus hijos. Además, según el informe, los sistemas informáticos del Departamento de Seguridad Interior no tenían la capacidad de ubicar a los integrantes de las familias separadas, postergando y en algunos casos impidiendo que los funcionarios obtuvieran órdenes judiciales para reunir a las familias. Los hallazgos se contradicen directamente con el testimonio que dio en junio ante el Congreso el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar.
Alex Azar dijo: “No hay ninguna razón por la cual los padres no sepan dónde se encuentran sus hijos. Yo podría, con sólo presionar un par de teclas –estuve en el portal de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados–, con sólo presionar un par de teclas, en cuestión de segundos, podría encontrar a cualquier menor a nuestro cuidado para reunirlo con cualquier padre”.
De hecho, el informe reveló que no hay ninguna base de datos compartida entre el Departamento de Seguridad Interior y el Departamento de Salud de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.
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