En el estado de California, en Estados Unidos, se reportaron al menos 8 muertes más en el incendio conocido por el nombre de Camp, que azota el norte del estado. Se trata del incendio forestal más mortífero en la historia de California, con casi 300 personas que aún permanecen desaparecidas. También se reportó una nueva muerte en el incendio conocido como Woolsey, en el área de Los Ángeles, lo que elevó la cifra estatal de fallecimientos a un total de al menos 59. El incendio Camp obligó a más de 50.000 personas a evacuar la localidad de Paradise y las comunidades circundantes. Muchas de ellas duermen actualmente en autos o tiendas de campaña que les fueron donadas, en un estacionamiento de Walmart situado en la ciudad aledaña de Chico. El miércoles, el secretario de Interior estadounidense, Ryan Zinke, recorrió el área devastada, e intentó establecer un tono de cooperación, luego de que la semana pasada el presidente Donald Trump culpara a la administración forestal de California por la magnitud de los incendios y amenazara con suspender los fondo de ayuda federal destinados a ese estado. Estas son las palabras expresadas el miércoles por el gobernador de California, Jerry Brown.
El gobernador Jerry Brown afirmó: “Sí, esto es tan devastador que realmente no tengo palabras para describirlo. Parece una zona de guerra, es una devastación que solo este tipo de incendios podría provocar. Nadie lo espera realmente, pero sucede”.
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