En la ciudad de Tucson, en el estado de Arizona, en Estados Unidos, un jurado determinó que el agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense Lonnie Swartz es inocente del cargo de homicidio involuntario del que estaba imputado por disparar y asesinar en 2012 a José Antonio Elena Rodríguez, de 16 años de edad, a través de la valla que separa la frontera entre México y Estados Unidos. El jurado no llegó a un acuerdo respecto de la acusación de homicidio voluntario, por lo que no queda claro si la fiscalía intentará juzgar a Swartz por tercera vez. Un jurado anterior absolvió a Swartz por los cargos de asesinato, pero no llegó a una decisión en cuanto a los cargos de homicidio involuntario. Las autoridades afirmaron que José Antonio Elena Rodríguez arrojó piedras a los agentes por encima de la cerca fronteriza antes de que Swartz abriera fuego; sin embargo, los médicos forenses señalan que José recibió 11 disparos, diez de los cuales fueron efectuados desde detrás de la víctima, lo que los llevó a concluir que el adolescente recibió disparos por la espalda mientras yacía en el suelo. Estas son las palabras expresadas el miércoles pasado por la madre de José, Araceli Rodríguez, y su abuela, Taide Elena, quienes hablaron después del veredicto.
Araceli Rodríguez afirmó: “Los recertificaron para que siga matando. Porque si lo declararon no culpable después de asesinar a un adolescente con diez balas en su cuerpo, le están dando luz verde y le están dando licencia para que siga matando”.
Taide Elena sostuvo: “Lo que pasó aquí pues fue una injusticia, una injusticia, porque esto es un crimen más claro que el agua. Y todavía no puedo entender cómo pueden decirle al hombre no culpable cuando están las evidencias tan claras. Entonces, uno se queda con coraje, con impotencia, desilusionadas de las leyes de Estados Unidos”.
El veredicto del miércoles se produjo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmara que los soldados desplegados en la frontera podrían usar fuerza letal, y luego sugirió que los soldados podrían responder con disparos a los migrantes que lanzaran piedras.