La posibilidad de un cierre de servicios públicos por parte del Gobierno de Estados Unidos si no se le destina apoyo financiero a la construcción de un muro en la frontera entre Estados Unidos y México ocurre al tiempo que la familia de una niña indígena guatemalteca de siete años, que falleció el 8 de diciembre mientras estaba bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense, exige respuestas. Jakelin Caal Maquin falleció a causa de un choque séptico después de que ella y su padre fueron detenidos en una zona remota del estado de Nuevo México, en Estados Unidos. Los agentes de la Patrulla Fronteriza solamente trasladaron a la niña al hospital después de que su temperatura corporal se disparó a más de 40,5 grados centígrados. Las siguientes son las palabras de Rubén García, activista por los derechos de los inmigrantes y director de la Casa de Anunciación en la ciudad de El Paso, Texas.
Rubén García afirmó: “La familia solicita la realización de una investigación objetiva y exhaustiva y que los investigadores evalúen esta incidencia dentro de los estándares reconocidos a nivel nacional para el arresto y la custodia de niños”.
El viernes, el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos prometió que llevaría a cabo una investigación sobre el fallecimiento.