Manifestantes tomaron las calles de San Diego el martes como medida de protesta contra la primera visita de Donald Trump a California desde que asumió la presidencia de Estados Unidos.
Bárbara Hernández expresó: “Es una persona racista y xenófoba. Y estoy cansada de tanto odio, y por eso estoy aquí, porque quiero decir que aquí no es bienvenido y que estoy cansada de que utilice mi vida como una pieza de negociación. Yo, como beneficiaria del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, no traicionaré a mi comunidad al aceptar que se construya un muro fronterizo que criminaliza a los inmigrantes aún más. Y vivimos en este miedo constante, especialmente nuestra comunidad en San Diego. Están muy cerca de la frontera. Y vivir con ese miedo no es manera de vivir, y por eso estoy aquí, para decir ‘basta de odio’”.
Esas fueron las palabras de Bárbara Hernández, beneficiaria del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, quien habló en una manifestación en San Diego. Durante la visita del martes, el presidente Trump criticó a California y a su gobernador, Jerry Brown, por la llamada ley de “estado refugio”, cuyo objetivo es limitar la cooperación de la policía local con los agentes federales de inmigración. Trump también visitó en San Diego varios prototipos del muro fronterizo que prometió construir, y luego dio una conferencia de prensa.
Donald Trump expresó: “¿Quién lo pensaría? Pero saltar el muro es fácil. Son como alpinistas profesionales. Son increíbles escaladores. Algunos de estos muros no los pueden escalar. Algunos sí. Esos son los que no usaremos”.
Su visita se produce al tiempo que el gobierno de Trump enfrenta una nueva demanda por la decisión de rescindir el estatus de protección temporaria (TPS) de más de 200.000 personas de El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán, países a los que Trump supuestamente llamó “países de mierda”. La demanda es presentada en nombre de los niños estadounidenses que son hijos de inmigrantes con estatus de protección temporaria.