El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con que tomará medidas militares en Siria en un momento en que él mismo se enfrenta a una crisis política en su país, después de que el FBI llevara a cabo una redada en las oficinas de su abogado personal Michael Cohen en la mañana del lunes. El periódico The New York Times informa que los agentes del FBI buscaban registros sobre los pagos a dos mujeres, Karen McDougal y Stephanie Clifford, quienes afirman que tuvieron un romance con Trump antes de que fuera presidente. El vice fiscal general designado por Trump, Rod Rosenstein, firmó personalmente la orden de allanamiento, que fue realizado por el fiscal interino del Distrito Sur de Nueva York, quien también fue nombrado por Trump. Ahora se incrementan las especulaciones acerca de que Trump podría intentar despedir a Rosenstein e incluso al fiscal especial Robert Mueller. El martes, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, declaró que Trump considera que tiene el poder para despedir a Mueller.
Sarah Huckabee Sanders expresó: “[Trump] realmente considera que tiene el poder para hacerlo”.
Los legisladores republicanos han instado a Trump a no despedir ni a Rosenstein ni a Mueller, pero se resistieron a aprobar una legislación dirigida a proteger al fiscal especial. Las siguientes son palabras del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell.
Mitch McConnell declaró: “Sigo opinando que se le debería permitir a Mueller terminar su trabajo. Creo que esa es la visión de la mayoría en el Congreso. Todavía no he visto una indicación clara de que tengamos que aprobar algo para evitar que lo destituyan, porque no creo que eso vaya a suceder. Ese sigue siendo mi punto de vista, que no creo que vaya a ser destituido de este cargo. No debería ser destituido del cargo. Debería poder terminar su trabajo”.
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