En Minnesota, un informante del FBI que filtró información clasificada sobre cómo la agencia acosa agresivamente a los posibles informantes, se declaró culpable de divulgación no autorizada. Terry J. Albury, el único agente afroestadounidense en la oficina local del FBI en Minneapolis, sostuvo que las filtraciones fueron un “acto de conciencia”, cuyo objetivo era denunciar el racismo en la agencia. Albury enfrenta la posibilidad de una condena de hasta diez años de prisión, pero probablemente sea condenado a menos de cinco en el marco de un acuerdo.
Informante del FBI condenado por filtrar documentos en “acto de conciencia”
Titular19 Abr. 2018