El miércoles, en Barcelona, España, un activista por los derechos de los inmigrantes escaló un monumento de Cristóbal Colón y colocó un chaleco salvavidas gigante en el brazo de la estatua con el rótulo “Brazos abiertos”. Fue una protesta contra el nuevo gobierno antiinmigración de Italia, que surgió luego de que un barco que transportaba a 60 inmigrantes atracara en Barcelona. El barco había pasado días en el mar tras ser rechazado por Italia y Malta, cuyos gobiernos están tomando medidas enérgicas contra la afluencia de migrantes que cruzan el mar Mediterráneo desde el norte de África. Los miembros del grupo Proactiva Open Arms piensan que unos 340 migrantes se ahogaron en el mar y que podrían haberse salvado si les hubieran permitido a su grupo completar sus operaciones de rescate. Estas son las declaraciones de la portavoz de Open Arms, Mar Sebe.
Mar Sebe declaró: “Decidimos realizar esta acción para difundir al mundo, decirle a la gente lo que está sucediendo y decirles que todos los derechos humanos están en juego en este momento, y realmente tenemos que salir y defenderlos”.