En Siria, los intensos bombardeos y combates en la provincia noroccidental de Idlib han obligado a cerrar a por lo menos dos hospitales y 14 centros de salud, mientras decenas de miles de civiles siguen huyendo de la ofensiva del Gobierno sirio respaldado por Rusia.
Los grupos de ayuda dicen que casi 200.000 civiles sirios han huido hacia la frontera turca, mientras las tropas terrestres del Gobierno sirio avanzan hacia el último gran territorio controlado por los rebeldes. Aproximadamente tres millones de civiles viven en Idlib, muchos de los cuales ya habían sido desplazados de otras partes de Siria durante rondas de combate anteriores. Esto fue lo que dijo Omar Hafyan, cuya familia se ha refugiado en una mezquita cerca de la frontera con Turquía.
Omar Hafyan manifestó: “Estábamos sentados en la noche y de repente fuimos atacados con misiles. Al día siguiente dejamos todo y nos fuimos, por la intensidad de los ataques aéreos. Por la mañana los aviones también atacaron nuestro barrio. Debido a la intensidad de los bombardeos, nos vestimos y nos fuimos. Pasamos por condiciones muy difíciles y llegamos hasta aquí”.
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