Comienzan los entierros en Nueva Zelanda mientras el país lamenta la pérdida de los 50 fieles musulmanes asesinados el viernes a balazos por un supremacista blanco, en el tiroteo más mortífero en la historia de Nueva Zelanda. Los fieles asesinados en la masacre ocurrida en la ciudad de Christchurch provenían de diferentes partes del mundo; la mayoría de ellos eran inmigrantes o refugiados que habían llegado a Nueva Zelanda en busca de seguridad: seis paquistaníes, cuatro jordanos, cuatro egipcios y al menos tres bangladesíes se encuentran entre las víctimas fatales. El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina afirmó que seis de las víctimas eran de origen palestino. La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, instó a la unidad y solicitó apoyo para las comunidades musulmanas tras el horrible ataque. El viernes, le preguntaron sobre la conversación telefónica que mantuvo con el presidente estadounidense, Donald Trump.
La primera ministra Jacinda Ardern dijo: “Hablé con Donald Trump esta mañana. Procuró llamarnos directamente. Deseaba mucho que sus condolencias fueran transmitidas a Nueva Zelanda. Preguntó qué tipo de apoyo podría proveer Estados Unidos. Mi mensaje fue: simpatía y amor para todas las comunidades musulmanas”.
Ardern ha sido ampliamente elogiada por su respuesta a los ataques a las dos mezquitas. Inmediatamente después de la masacre, la jefa de Estado más joven del mundo se comprometió a reformar las leyes sobre tenencia de armas de fuego y visitó las comunidades musulmanas de Nueva Zelanda vistiendo un hijab como señal de respeto. Asimismo, recientemente se comprometió a no nombrar nunca al sospechoso de terrorismo; en lugar de eso, solicitó que la gente pronuncie los nombres de las personas que fallecieron en los ataques. Visite democracynow.org/es para ver más información sobre la comunidad musulmana en Nueva Zelanda.