El miércoles en Belfast, Irlanda del Norte, se llevaron a cabo los servicios fúnebres para la periodista Lyra McKee, quien recibió un disparo en la cabeza por parte de un militante nacionalista irlandés durante los disturbios ocurridos la semana pasada en la ciudad de Derry. Líderes de los dos sectores políticos que dividen Irlanda del Norte asistieron juntos al funeral, que se llevó a cabo en la catedral protestante de Santa Ana. Al acto también asistieron funcionarios británicos y líderes de la República de Irlanda.
Durante el funeral un amigo de McKee reveló que horas antes de que la asesinaran la periodista había anunciado que estaba a punto de proponerle matrimonio a su pareja, Sara Canning.
Una agrupación que se autodenomina “el nuevo IRA” y que se opone al compromiso de paz alcanzado en el Acuerdo de Belfast de 1998 se responsabilizó por el asesinato, aunque no identificó al agresor. Antes del funeral, la presidenta del partido político Sinn Féin, Mary Lou McDonald, condenó el asesinato.
Mary Lou McDonald sostuvo: “Ya es hora de que estas agrupaciones que se hacen pasar por republicanas empaquen y claudiquen, que den por finalizadas sus actividades y dejen que la gente continúe con el trabajo de construir una nueva Irlanda unida, esa Irlanda que todos queremos, una Irlanda que será un homenaje a nuestros patriotas muertos y a todos los que perdieron sus vidas, la Irlanda en la que Lyra McKee debería haber vivido”.
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