En Sri Lanka, un musulmán fue asesinado el lunes en la Provincia del Noroeste, al tiempo que la violencia y los ataques contra musulmanes provocaron que las autoridades impusieran un toque de queda indefinido en la región. En el resto del país, el toque de queda nacional fue distendido.
Numerosas tiendas, hogares y lugares de culto musulmanes resultaron vandalizados tras dos días de disturbios en la Provincia del Noroeste, mientras los musulmanes celebran el mes sagrado de Ramadán. En respuesta, Sri Lanka también bloqueó nuevamente redes sociales y aplicaciones populares, incluyendo Facebook y WhatsApp, las cuales, según afirman, fueron responsables de los actos de violencia.
Las tensiones en Sri Lanka han estado en aumento desde la masacre de los atentados suicidas con bombas perpetrados en iglesias y hoteles el Domingo de Pascua, el mes pasado, que dejaron un saldo de al menos 257 muertos.