En Siria, más de 20 civiles murieron el martes al tiempo que los ataques al bastión rebelde alrededor de la provincia de Idlib, en el noroeste del país, continúan a manos del Gobierno y de las fuerzas rusas. Nueve niños se encontraban entre los fallecidos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en el Reino Unido. La Organización de las Naciones Unidas advirtió que tres millones de personas en Idlib están atrapadas en el centro de los combates y condenó la falta de acción de la comunidad internacional ante la creciente crisis humanitaria.
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