En Sudán, el expresidente derrocado Omar al-Bashir hizo el domingo su primera aparición pública desde que fue destituido, en abril. Al-Bashir fue trasladado a las oficinas de la fiscalía, donde fue acusado de varios cargos de corrupción, entre ellos aceptación de obsequios ilegales y acaparamiento de dinero extranjero.
Al-Bashir fue acusado en mayo por su participación en el asesinato de manifestantes antigubernamentales durante el levantamiento popular que, tras prolongarse durante varios meses, llevó a su derrocamiento. Los manifestantes continúan exigiendo que el Gobierno militar del país entregue el poder a una autoridad civil.