El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha trasladado nuevamente a 100 menores migrantes a una estación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, donde un grupo de abogados que visitó el lugar recientemente reveló que había niños de todas las edades que habían estado encerrados durante semanas sin acceso adecuado a agua, alimentos y atención médica, y en malas condiciones sanitarias, y donde los niños mayores tenían que cuidar a los más pequeños. Alrededor de 300 niños fueron retirados de las instalaciones el lunes luego de la indignación generalizada tras las denuncias.
Mientras tanto, el jefe interino de Aduanas y Protección Fronteriza, John Sanders, anunció que renunciará luego de solo dos meses en el cargo. El director interino de Inmigración y Control de Aduanas, Mark Morgan, reemplazará a Sanders. Morgan, un miembro de la línea dura contra la inmigración, había dicho en una entrevista en Fox News que, al mirar a los ojos a los niños migrantes detenidos, veía a “los que pronto serían miembros de la pandilla MS-13”. Todos los principales cargos en las agencias de Seguridad Nacional responsables de exigir el cumplimiento de la política de inmigración están en manos de funcionarios “interinos”, lo que significa que no fueron aprobados por el Senado, como lo exige la Constitución.
Visite democracynow.org/es para ver nuestra entrevista con Clara Long, investigadora de Human Rights Watch y parte del equipo que la semana pasada recorrió varias instalaciones de la Patrulla Fronteriza, entre ellas la de Clint.