Estados Unidos y China alcanzaron una tregua comercial temporal tras una reunión llevada a cabo el sábado entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, en la Cumbre del G20 en Japón. La tregua pospone una nueva ronda de aranceles del 25% sobre importaciones de productos chinos por un valor de 300.000 millones de dólares. Asimismo, Trump dio marcha atrás al respecto de la recientemente anunciada prohibición de vender equipos estadounidenses al gigante chino de telecomunicaciones Huawei. Trump sostuvo que, a cambio, China importará grandes cantidades de productos agrícolas estadounidenses. No obstante, el Gobierno de Trump anunció que no se había establecido un plazo para alcanzar un acuerdo comercial a largo plazo con China.
Mientras se encontraba en la cumbre del G20, Trump también se reunió con el príncipe heredero de la corona saudí, Mohammed bin Salman, lo elogió como reformador y le dijo: “Usted ha hecho un trabajo realmente espectacular”. Trump se negó a responder las preguntas de los periodistas sobre el papel de Bin Salman en el asesinato perpetrado en octubre pasado de Jamal Khashoggi, columnista del periódico The Washington Post; sin embargo, afirmó que el príncipe estaba “muy descontento” con el asesinato. La Organización de las Naciones Unidas, así como agentes de inteligencia y legisladores estadounidenses, han encontrado pruebas creíbles de que el príncipe heredero estuvo directamente implicado en el asesinato de Khashoggi.