En Sudán, activistas dicen que al menos cinco personas fueron asesinadas el lunes después de que las fuerzas de seguridad dispararon contra estudiantes de secundaria que manifestaban pacíficamente contra el gobierno militar. Las víctimas tenían entre 15 y 17 años. Se cree que los asesinatos fueron responsabilidad de las fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido, que según los manifestantes también están detrás de la incursión mortal en un campamento de protesta en Jartum el mes pasado, donde mataron a unas 130 personas.
Durante el fin de semana, el Consejo Militar de Transición de Sudán dijo que su investigación sobre la incursión del 3 de junio concluyó que personal militar “que actuó por su propia cuenta” tenía la culpa de la muerte de solo 87 manifestantes. Los grupos de derechos humanos y los manifestantes en el terreno dicen que el Gobierno está subestimando deliberadamente la cifra de muertes. La organización Médicos por los Derechos Humanos califica la investigación del Gobierno como “parcial e insuficiente” y dice que “refleja la necesidad urgente de una investigación internacional imparcial e independiente”. Representantes del consejo militar y la coalición civil tenían previsto reunirse hoy para discutir los detalles de un acuerdo para compartir el poder, pero las conversaciones fueron canceladas tras las muertes del lunes.
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