Mientras tanto, en Pasadena, California, cientos de manifestantes protestaron el miércoles frente a un tribunal federal de apelaciones, pidiendo a los jueces que confirmen una orden judicial en contra de los intentos del presidente Donald Trump de poner fin al TPS —o estatus de protección temporal— para más de 300.000 inmigrantes. La orden fue dictada en octubre del año pasado por un juez de distrito de Estados Unidos, quien dictaminó que la decisión de Trump de retirar dichas protecciones migratorias a personas de El Salvador, Haití, Nicaragua y Siria podría haber tenido un “propósito discriminatorio”. El miércoles, el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito consideró la impugnación del Gobierno de Trump a esa orden. Esto fue lo que dijo Martha Arévalo, directora del Centro de Recursos Centroamericanos.
Martha Arévalo expresó: “Esto es solo una solución temporal para asegurar que las familias no estén separadas y que los menores, como la niña que vieron hoy aquí, no tengan que optar por vivir sin sus padres en su país o vivir en el exilio solo para poder estar con sus padres. Eso no es justicia. Esos no son los valores y principios estadounidenses que nos vendieron. Eso no está bien”.