En Hong Kong, una huelga general ha paralizado el transporte de la ciudad y ha cerrado muchos negocios y gran parte de la industria de servicios a medida que los manifestantes a favor de la democracia aumentan sus demandas. También se han cancelado cientos de vuelos. Los manifestantes salieron a las calles el fin de semana, bloqueando las principales vías. La policía antidisturbios disparó gas lacrimógeno contra las multitudes y arrestó a por lo menos 80 personas.
El levantamiento popular comenzó hace nueve semanas para exigir la retirada de un proyecto de ley de extradición mediante el que se enviaría a personas de Hong Kong a China continental para ser enjuiciadas, pero las demandas de los manifestantes aumentaron rápidamente y ahora solicitan la dimisión de la líder de Hong Kong, Carrie Lam, una investigación sobre la violencia contra los manifestantes y reformas a favor de la independencia. Carrie Lam advirtió que Hong Kong está siendo empujado “al borde de una situación muy peligrosa”.