Los demócratas de la Cámara de Representantes estadounidense iniciaron rápidamente su investigación para destituir al presidente Donald Trump el miércoles, después de que la Casa Blanca hiciera pública un borrador de la transcripción de la llamada telefónica que muestra que el presidente de Estados Unidos presionó repetidamente al presidente de Ucrania para que iniciara una investigación de corrupción contra el rival de campaña de Trump, Joe Biden. En la transcripción de cinco páginas, con fecha 25 de julio, Trump alude a los 400 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania que ordenó cortar unos días antes de la llamada telefónica, antes de decirle al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky: “Estados Unidos ha sido muy bueno con Ucrania. Y, verdaderamente, no diría que eso sea recíproco”. El presidente Zelensky responde elogiando la ayuda que Estados Unidos prestó a Ucrania en el pasado, diciendo que está interesado en comprar más misiles antitanque Javelin, que Ucrania ha utilizado en su lucha contra los separatistas respaldados por Rusia. Trump responde: “Pero me gustaría que nos hicieras un favor”. Seguidamente Trump insta a Zelensky a que trabaje con el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, y con Rudy Giuliani, abogado personal de Trump, para abrir una investigación de corrupción contra el ex vicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter, quien hizo parte de la junta directiva de una de las compañías de gas natural más grandes de Ucrania. “Cualquier cosa que pueda hacer, sería muy importante, si fuera posible”, dice Trump, según la transcripción, y el presidente Zelensky promete iniciar una investigación sobre los Biden. La difusión de la transcripción llevó a los líderes demócratas a acusar al presidente de delitos flagrantes que ameritan un juicio político. Muchos legisladores también están pidiendo el juicio político del fiscal general William Barr. Esto fue lo que dijo el congresista demócrata de California Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara.
El congresista Adam Schiff dijo: “Como cualquier jefe de una mafia, el presidente no necesitaba decir ‘Qué lindo país tiene. Sería una pena que le pasara algo’, porque eso quedó claro en la conversación. No es necesario un ‘quid pro quo’ para traicionar a su país o su juramento al cargo, aunque muchos interpretan que este es un caso de quid pro quo’”.
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