El miércoles, Alemania registró un récord de 25.000 contagios por coronavirus, con más de 1.000 muertes solo en los dos últimos días. La canciller Angela Merkel exhortó a los alemanes a que limiten las interacciones sociales durante los días festivos e instó a un nuevo confinamiento para detener la propagación de la COVID-19.
Canciller Angela Merkel: “Me duele. Me duele de todo corazón. Pero si el precio de estas celebraciones es que ahora tengamos 590 muertes por día, entonces esto es inaceptable y tenemos que hacer algo”.
El llamado de Merkel se produjo en momentos en que varios países europeos que fueron duramente golpeados por una segunda ola de COVID-19 en otoño han mostrado un progreso significativo al aplanar sus curvas de contagio después de imponer nuevamente estrictas medidas de confinamiento.