En el estado de Nueva Jersey, continúan las protestas frente a la cárcel del condado de Bergen para exigir la liberación de los reclusos inmigrantes durante la pandemia. Estas fueron las palabras expresadas el domingo por uno de los reclusos cuando hablaba por teléfono con una multitud de manifestantes.
“Robert”: “Todos queremos regresar a casa con nuestra familia. Ya nadie quiere estar en la cárcel. No somos presos ni prisioneros; somos detenidos. Queremos irnos a casa. Todo el mundo quiere irse a casa”.
Esto se produce al tiempo que activistas en defensa de los derechos de los inmigrantes denuncian las violentas represalias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos contra un grupo de reclusos que lideraron una huelga de hambre durante más de un mes en la cárcel del condado de Bergen. La huelga se disolvió la semana pasada después de que al menos cinco hombres fueran trasladados a otras cárceles, y de que se deportara a uno de ellos a México, según los activistas. Otro de los reclusos que participó en la huelga de hambre, un padre de Guatemala, fue liberado de la cárcel el lunes con una tobillera de seguimiento electrónico.