En Arizona, los miembros de la comunidad fronteriza de Ajo advierten sobre un posible brote de coronavirus, mientras el Gobierno de Donald Trump intensifica la construcción del muro fronterizo, provocando una afluencia de cuadrillas de trabajadores, que deben trabajar muy cerca unos de otros, hacia la pequeña ciudad que se encuentra a unos 65 kilómetros al norte de la frontera entre Estados Unidos y México.
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