Los votantes en el estado de Wisconsin se enfrentan el martes a una elección entre ejercer su derecho al voto y proteger su salud, luego de que el Tribunal Supremo de Wisconsin, de inclinación derechista, anulara el intento de último momento del gobernador Tony Evers de retrasar las elecciones primarias del estado mediante una orden ejecutiva. El gobernador demócrata de Wisconsin y la Asamblea Legislativa de mayoría republicana han librado una batalla durante semanas para definir el destino de las elecciones. El gobernador Evers se ha enfrentado a una fuerte oposición en sus intentos por retrasar la votación ante preocupaciones por el coronavirus. Los trabajadores electorales de Wisconsin son, en su inmensa mayoría, de edad avanzada, y muchos declinaron prestar el servicio debido a los peligros que representa el coronavirus. La ciudad de Milwaukee pasó de tener 180 a solo cinco lugares de votación.
Mientras tanto, la Corte Suprema de Estados Unidos se alineó el lunes con los republicanos de Wisconsin, en una votación de cinco votos contra cuatro a favor de no extender el plazo de votación en ausencia hasta la próxima semana.
Decenas de miles de votos de ciudadanos de Wisconsin podrían ser rechazados, a pesar de que ni siquiera recibirán papeletas de votación hasta después del día de las elecciones debido a un aumento en la demanda de los votos por correspondencia a causa del brote de coronavirus. La jueza Ruth Bader Ginsburg advirtió en su disenso que la decisión de la corte “resultará en una privación masiva del derecho al voto”.