En China, han culminado las medidas de confinamiento de 11 semanas de duración impuestas en la ciudad de Wuhan, donde comenzó la pandemia de COVID-19. Por primera vez desde enero, a los residentes se les ha permitido salir de sus hogares sin una autorización especial. Las carreteras han sido reabiertas y se han reanudado las operaciones ferroviarias y aéreas. China atribuye la contención del brote a las medidas de confinamiento sin precedentes aplicadas en la metrópoli de 11 millones de personas. China afirma que 3.300 personas fallecieron en el país por COVID-19, pero el país se ha enfrentado a acusaciones que sostienen que ha encubierto el verdadero número de muertos.
Temas: