Mientras que los casos de coronavirus a nivel mundial superan los 6,2 millones y las muertes sobrepasan las 375.000, los países de todo el mundo continúan disminuyendo las restricciones, incluso a pesar de que la Organización Mundial de la Salud advierte que la reapertura prematura podría causar una nueva ola de contagios.
En Bangladés, se registró la primera muerte por COVID-19 de un refugiado rohinyá. El hombre de 71 años había estado viviendo en Bazar de Cox, el campamento de refugiados más grande del mundo, que alberga a un millón de rohinyás. Esto ocurre al tiempo que Bangladés reportó más de 2.900 casos nuevos en todo el país en las últimas 24 horas, el número diario más alto registrado hasta el momento.