En el estado de Oregón, en Estados Unidos, aproximadamente 10.000 personas ocuparon la totalidad del Puente Burnside en la ciudad de Portland el martes, tendidos boca abajo en el pavimento durante nueve minutos, el tiempo que George Floyd fue sujetado por los tres policías de Minneapolis que le causaron la muerte el 25 de mayo. Tras los hechos, también el martes, la policía soltó ráfagas de gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento y gas pimienta contra los manifestantes que marchaban en las inmediaciones de la cárcel y la comisaría del centro de la ciudad.
En el condado de Los Ángeles, donde casi 3.000 manifestantes han sido arrestados desde el viernes, la Universidad de California en Los Ángeles emitió un comunicado el martes en el que afirmaba que ya no permitiría a la policía utilizar su estadio de béisbol universitario como una “cárcel temporal”. El estadio Jackie Robinson lleva el nombre del primer jugador afroestadounidense de las Grandes Ligas de Béisbol. Otros manifestantes han sido procesados en el sistema carcelario del condado de Los Ángeles, que el domingo reportó su primera muerte por coronavirus, un recluso de 47 años cuyo nombre no ha sido revelado. Casi 300 empleados y 2.000 reclusos han dado positivo por COVID-19 en las cárceles de Los Ángeles desde que comenzó la pandemia.
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