El miércoles, el presidente Donald Trump unilateralmente debilitó el alcance de la Ley Nacional de Política Ambiental promulgada en Estados Unidos hace 50 años, lo que le permitirá acelerar la aprobación de proyectos federales como oleoductos, carreteras e incineradores de residuos. Inmediatamente, grupos ambientalistas prometieron interponer recursos legales. En un comunicado, la filial estadounidense de Greenpeace sostuvo: “La agenda antiambientalista del Gobierno de Trump es una agenda racista. Desmantelar la Ley Nacional de Política Ambiental es un intento descarado de silenciar a las comunidades de color de clase trabajadora que se resisten a la expansión de la infraestructura de combustibles fósiles en sus comunidades”.
Trump debilitó emblemática ley ambiental para acelerar proyectos de infraestructura
Titular16 Jul. 2020