Las protestas del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan, en español) continúan en Estados Unidos. En la ciudad de Portland, en el estado de Oregón, los jueces federales han ordenado a los manifestantes arrestados por agentes federales, incluso por los cargos más leves, a que firmen un compromiso de no volver a protestar como condición para salir de la cárcel. Un abogado de la Unión Estadounidense por las Libertas Civiles calificó estas órdenes de “cómicamente inconstitucionales”.
El martes, un funcionario de la Casa Blanca dijo que el Gobierno de Donald Trump está en conversaciones con el gobernador de Oregón sobre un plan para reducir la cantidad de agentes federales en la ciudad de Portland. Mientras tanto, la alcaldesa de Seattle dijo el martes que los agentes federales se han retirado de su ciudad.