En el estado de California, aproximadamente dos millones de habitantes se quedaron sin electricidad el viernes, en el primer apagón rotativo programado desde 2001. Una implacable ola de calor afecta a la región y se prevé que se extienda hasta mediados de esta semana, al tiempo que el brote de coronavirus presenta aún más desafíos a los californianos que intentan huir del calor en centros de enfriamiento y otros lugares públicos.
Por otra parte, en el estado de Iowa, cientos de miles de personas permanecen sin electricidad tras el paso por tierra de un fuerte huracán que azotó a ese estado el lunes. El huracán provocó el derrumbe de viviendas y devastó cientos de miles de hectáreas de tierras de cultivo.